En muchas ocasiones nos vemos impotentes a la hora de mandar a nuestros hijos a la cama, tenemos tanto miedo a que llegue ese momento de la noche que sin quererlo ya se nos nota en la cara. Por eso es importante establecer pautas y rutinas, nos costará días o semanas imponer esos hábitos pero sin duda valdrá la pena.
La verdad es que tienes muchísima razón ya que en casa era una guerra cada vez empezábamos con la tarea de irse a la cama. Parece que por las noches tienen menos sueño que por las mañanas.
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