Estas situaciones de rabietas las viven normalmente todos los niños entre los dos y los cuatro años de edad por eso es importante establecer límites, saber decir que no y cumplir con nuestra palabra, ellos siempre recuerdan nuestras promesas y amenazas.
En el siguiente artículo nos proponen algunas pautas que podemos seguir cuando nuestro hijo sufra una rabieta.
Muy interesante este tema. Es difícil concienciar a ciertos progenitores de lo decisivo e importante que es establecer límites desde un principio. Si ésto se hace de entrada nos ahorramos problemas futuros.En la época actual oímos que se debe hablar y razonar prácticamente todo con los hij@s, pero la experiencia te dice que hay cosas que no se negocian y que la autoridad SIEMPRE está del lado del adulto.
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